Nada es 100% positivo o negativo. El trabajo remoto tampoco.
En un mar de opiniones y posiciones radicales y polarizadas, es interesante usar datos extraídos de encuestas bien realizadas. Volvemos a recurrir a McKinsey
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Las mayores expectativas de los trabajadores con respecto al trabajo remoto son:
- La flexibilidad.
- Compensación basada en objetivos y en capacidad, y no tanto en horas trabajo realizadas.
- Elementos de bienestar y calidad de vida.
Principales temores de los trabajadores con respecto al trabajo remoto
En el otro extremo, los temores de los trabajadores con respecto al trabajo remoto son:
- Cómo y cuánto afectará a sus necesidades.
- Temen que el trabajo en oficina afecte a su salud.
- Les preocupa el impacto negativo del trabajo remoto en el sentido de pertenencia y capacidad de colaborar y hacer equipo
¿Te sorprende? Seguro que no. Los trabajadores, como tú, empresario, son personas y valoran, igual que tú, los elementos y factores que afectan a su vida. Y curiosamente, ni en las esperanzas ni en los temores aparecen elementos técnicos o tecnológicos.
Quieras o no la situación actual te ha obligado a rediseñar tu negocio en los aspectos productivos, comerciales, digitales, y también hay que rediseñar todo lo referente a la organización interna.
Hay negocios que han avanzado e innovado en sus productos y servicios; sus sistemas de pago, de provisión de materiales, de logística, de experiencia de cliente, pero siguen contando con estructuras funcionales y organizativas obsoletas, que se diseñaron en el siglo XX y responden a criterios del siglo XIX.
¿Por qué pagas? ¿Cómo valoras la productividad y el rendimiento? ¿Cómo lideras? ¿Cómo organizas las relaciones de poder, de cooperación?
El trabajo remoto no es el objetivo. Pero es el instrumento, mejor el sistema que cuenta con diversas opciones y posibilidades que te van a facilitar soluciones para dar respuesta, a las expectativas de tus empleados y a conseguir juntos los objetivos del negocio.
Y yo sé que lo evitas porque no tienes ni idea de por dónde empezar. ¿Qué tal si tu primer paso es elegir un hueco de mi agenda y concertar un charla conmigo? Si así lo deseas, clic aquí
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